La Razón o el Corazón

"LA EMOCIÓN O LA RAZÓN"

¿Cuántas veces has dudado entre lo que quieres hacer y lo que sabes que debes hacer? Moverse entre lo que te dicta tu corazón y lo que te repite tu cerebro forma parte de la vida. Tomar decisiones conlleva un riesgo y, como todo ser humano, asume que muchas veces te vas a equivocar. Pero, ¿podemos aprender a minimizar ese campo de error? O al menos, ¿saber sortear los dilemas lo mejor posible?

En la vida habrá situaciones que te harán dudar sobre que decisión o decisiones tomar al respecto; entre esas opciones se pueden interponer tus sentimientos, los cuales te impidan pensar racionalmente y tal vez no elijas la mejor opción.

Básicamente, debes tomar decisiones acertadas, que aporten algo positivo a tu vida, aunque emocionalmente no te guste la idea de tomar dicha decisión.

Una experiencia cercana que pude tener fue hace mucho tiempo, tenía alrededor de 10 años. Después de clases, mientras iba de camino a mi casa, me encontré en una caja al lado de un poste un par de cachorros dentro de esta. Estaba algo desconcertado, y al tener tan corta edad, lo único que podía hacer era decirle a mi mamá lo que encontré. Cómo cualquier niño, quería conservar a dichos cachorros y llevarlos a mi casa. En este entonces, mi perro había muerto hace ya un tiempo, y quería tener otro porque lo extrañaba bastante. Pero mi mamá me dijo que lamentablemente no podíamos tenerlos, ya que iba a ser complicado cuidarlos, en ese tiempo estábamos algo cortos de dinero, y probablemente iba a salir bastante caro mantener a los perros y darles los cuidados necesarios. Aunque me dolió dejarlos ahí, tuve que hacerlo, pues al razonar un poco, era la mejor opción.

CONCLUSIÓN...

Cómo estás situaciones habrá muchas más, y debemos tener en cuenta ambos casos, tanto emocional como racionalmente, y decidir cuál es la mejor opción para nosotros. Aunque tal vez ambos casos se puedan complementar y puedas estar a gusto con la decisión que tomaste.

Siempre es bueno y recomendable escuchar a tu corazón. Pero no puede ser lo único, menos aún si estás ante dilemas que van a marcar el rumbo de tu existencia.